HERMANO MIO...

Cierto es Jesucristo, hermano mio, Hijo del Padre, que con conciencia no cumpla con las leyes divinas que en Pedro concediste a los hombres, cierto es que ofensa y pecado no promulgo, solo desde la verdad propia de mi intimidad en la tuya, justo es el pecado que se divisa en la contemplación del propio Padre, porque antes de cometerlo justa es su misericordia, porque no existe más verdad que la conciencia del ejemplo que cunde el verbo, ese que para bien o desgracia personal o ajena es libre e indiferente ante los ojos de Dios Padre, porque solo Él sabe la repercusión de su destino, su designio se consuma en la verdad del momento que se hace justo, en el deber del cumplimiento que lo acecha, haciendo lleno el presente que marca la pauta de la vida que al condenado o al Santo le toca vivir...

Cierto es Hermano mio, que desde tu carne no hay condena, porque Tú mismo fuiste el sentir sufrido del dolor que en ella se encuentra... Solo sé que comparable jamás seré a Ti, Hijo de Dios Padre y Hermano mio del Alma, desde mi condición, estrecho los caminos que solo yo soy capaz de limitar, en el poder, porque querer solo se pretende, amando se entrega...
Gracias Hermano mio Jesucristo, solo por este momento, por este pensamiento, por esta voz que es deseo, que del Alma parte al cielo, en busca de tu amparo, ciego y destino, es el mañana mio, por ello, en Ti, entrego mi palabra, sin saber lo que el mañana depara en mi, antes de que la muerte, esa a quién tanto tememos, se haga dueña y señora de mi vacío, ese espacio que queda entre aquellos y nos, que un día fue y nada es despues de su venida... AMEN

Jyhael